La amplitud de espacios, el jardín que rodea y protege todo el edificio y la natural luminosidad son los protagonistas de Arturo Soria 161. Los grandes ventanales con vistas a jardín desde cualquier punto de la vivienda, procuran el máximo confort y bienestar. Se ha mantenido la ubicación y el volumen del edificio, que respeta la integración con la naturaleza que lo rodea y crea una atmósfera de intimidad y discreción al alejarse de la cota de la calle.